Nacimos con inocencia y amor y más tarde aprendimos a desconfiar y temer. Parece que va siendo hora de desaprender para volver al inicio, al origen.
Ahora más que nunca tenemos que volver con fuerza a la inocencia o lo que es lo mismo, al corazón. Es tiempo de liberar a nuestro ángel interno.
Dejarle ser y expresarse, amarle. Darnos cuenta que somos inocencia pura. Por que el cambio es desde dentro y siempre es cuestión de amor.
Maravilloso vestido de novia confeccionado en satén con cuerpo de cuello barco, escote en espalda, corte en cintura y falda con vuelo.